Más de 1.000 científicos y académicos
32 países
1 semana de acciones
Sobre la campaña
Del 7 al 13 de mayo, más de 1.000 científicxs y académicxs de 32 países de todo el mundo se unieron para actuar bajo el lema "La ciencia es clara". A 1,2ºC del calentamiento actual, el colapso climático inducido por el hombre está causando estragos ya en todos los continentes. La ciencia lleva advirtiendo sobre esta catástrofe desde los años cincuenta. Hoy, sus efectos están destruyendo los ecosistemas en todo el planeta. Sólo este año, olas de calor y una sequía histórica están asolando Sudamérica; Europa y la región mediterránea se preparan para otra sequía. El Cuerno de África se enfrenta a un devastador cuarto año de sequía. El año pasado, sequías sin precedentes asolaron también el Norte Global, mientras que Pakistán, Nigeria y Australia se enfrentaron a inundaciones sin precedentes.
"Los últimos informes del IPCC nos dicen que corremos hacia un caos climático irreversible. Los medios de comunicación y los gobiernos tienen las manos manchadas de sangre al ignorarlos para servir a sus intereses corporativos y políticos en lugar de a la gente. Debemos usar nuestras voces y nuestros cuerpos para forzar acción".>
- Renate Sponer, Doctora en Genética Evolutiva
Por desgracia, la ruptura del clima es sólo uno de los nueve límites planetarios, de los cuales al menos seis ya se han superado. La superación de estos límites nos ha puesto en camino a acercarnos rápidamente a puntos de inflexión biogeofísicos irreversibles. A este ritmo, podemos esperar ver puntos de inflexión en cascada, en los que pasar un punto de inflexión acelera otro (por ejemplo, en donde el derretimiento de las capas de hielo llevan al derretimiento del permafrost boreal, y a la muerte regresiva del Amazonas). Sin posibilidad de invertir nuestro impacto en los sistemas de la Tierra, no podremos evitar más muertes y más destrucción, cada vez de mayor intensidad, causadas por el colapso climático y la pérdida de biodiversidad.
Mientras tanto, nuestra economía sigue creciendo. Al ritmo actual, se prevé que en 2050 la demanda de energía sea un 47% mayor a la actual. También se proyecta que la demanda de 12 minerales clave distintos se multiplique por seis. La economía mundial, creciendo al ritmo actual, será un 33% mayor al cabo de 10 años.
Además, nuestra economía basada en el crecimiento ha impulsado la desigualdad entre los países y dentro de ellos, lo que subyace a las enormes disparidades de uso de energía y materiales entre el 1% más rico y el resto de la humanidad. Esta desigualdad está en el centro de la emergencia climática, ya que sólo la clase millonaria consumirá 2/3 partes del presupuesto de carbono que queda para 2050 para quedarnos en 1,5 °C. Además, una economía basada en el crecimiento en los países más ricos no aporta bienestar ni felicidad.
La fantasía de un crecimiento "ilimitado" en un planeta "limitado" tropieza con el hecho de que el crecimiento del PIB sigue estando acoplado 1:1 al consumo de energía y materiales, y por lo tanto conduce a más emisiones de gases de efecto invernadero y a la pérdida de biodiversidad. Cada año utilizamos más recursos de los que la Tierra puede regenerar. Desde el Acuerdo de París no hemos conseguido reducir las emisiones globales. Nos vemos obligados a preguntarnos cómo volver a la "zona de seguridad climática".
Unidad global ante una crisis global
En medio de la intensificación de leyes antiprotesta en muchos países, Rebelión Científica activó a los locales de sus redes en 32 países, incluidos autores del IPCC: más de 30 acciones con 3 detenciones en Noruega, 5 en Francia, dos en Estados Unidos, 7 en Dinamarca y una en Alemania.
Rebelión Científica trajo consigo una oleada interconectada de resistencia civil: bloqueos de carreteras, cierres de entradas, pegados de papeles en edificios, ocupación de edificios estatales y corporativos e interrupción de juntas de accionistas.
En Francia, Tanzania y Uganda, Rebelión Científica se concentró en la expansión de los proyectos de combustibles fósiles de la empresa Total Energies, como la construcción de una terminal de gas natural licuado en Le Havre y el oleoducto de crudo de África Oriental (EACOP).
El año pasado, el Parlamento de la UE denunció el EACOP en una resolución oficial por la enorme cantidad de emisiones de carbono que provocaría su construcción. El EACOP también amenaza fuentes críticas de agua dulce en un continente gravemente afectado por el cambio climático, que ha provocado sequías, estrés hídrico, e innumerables violaciones a derechos humanos.
Rebelión Científica Francia, junto con una coalición de otros activistas climáticos, tomaron acciones contra BNP Paribas, el mayor banco de Francia, por invertir en los proyectos de bombas de carbono de Total Energies. El banco recientemente hizo declaraciones públicas en las que afirmaba que no volvería a invertir en nuevos proyectos de combustibles fósiles.
Acciones europeas:
France: Exposing Total Energy's expansion of fossil fuel empire, increasing the nation’s dependence on methane-emitting fossil fuels.
- Francia: Denuncia de la expansión del imperio de los combustibles fósiles de Total Energy, que aumenta la dependencia del país de los combustibles fósiles que emiten metano.
- Alemania: Parar las minas de carbón y las terminales de GNL recién instaladas, exponiendo la dependencia del 55% del gas ruso de la nación.
- Italia: Exponer las subvenciones públicas en nuevos proyectos de combustibles fósiles.
- España: Detener a los negacionistas del clima del gobierno durante las elecciones locales.
- Suiza: Detener la nueva terminal de GNL y forzar la reducción de la potencia de gas en todo el país.
- Portugal: En coalición con Para o Gas, detener la distribución de gas para forzar la transición a energías renovables.
- Dinamarca: Detener la financiación de los combustibles fósiles exponiendo las inversiones del Banco Dance en empresas como Total Energy y Equinor.
- Noruega: Detener la expansión de los combustibles fósiles sacando a la luz el lavado de cara ecológico financiado por la industria nacional de combustibles fósiles.
- Finlandia: Detener las importaciones de GNL a terminales recién instaladas y la deforestación masiva.
Acciones sudamericanas:
- México: Por una minería social y ecológicamente responsable, México exige que los países extranjeros, el sector financiero corporativo y las empresas privadas respeten la reforma a la ley minera mexicana. También exigimos que esta reforma de ley se aplique a las minas que actualmente operan en México.
- Ecuador: Frenar el extractivismo exigiendo normas ambientales más estrictas y declarando "zonas sagradas" para las áreas acciones latinoamericanas:
- de importancia ecológica para proteger tanto la tierra como a las comunidades indígenas.
- Perú: Exponer la destrucción de las comunidades pesqueras de las afueras de Lima, la capital, por el derrame de petróleo de Repsol.
- Panamá: Detener las minas de cobre que destruyen los ecosistemas de alta biodiversidad del país, denunciando las concesiones mineras federales que daban acceso a más del 50% del territorio nacional, incluidos parques nacionales y reservas indígenas.
- Acciones en Norteamérica:
- Estados Unidos: Detener la expansión de los combustibles fósiles poniendo fin a nuevos proyectos y arrendamientos de tierras.
North American actions:
- United States: Stop fossil fuel expansion by ending new projects and land leases.
"Aunque el reciente reporte del IPCC dio una última advertencia sobre el objetivo climático de mantenerse en 1,5 °C, la acción climática de los gobiernos de todo el mundo sigue siendo delirante, incoherente y lenta. Debemos afrontar algunas duras verdades: Nos encontramos en una emergencia climática. Para lograr una rápida descarbonización, los países ricos deben aplicar estrategias de reducción de la demanda, así como políticas de decrecimiento sostenible y justo."
- Dr. Matthias Schmelzer, Universidad Friedrich Schiller de Jena
Lo que sabemos
Lo que podemos hacer
1: Los combustibles fósiles son responsables de más del 75% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y de casi el 90% de todas las emisiones de dióxido de carbono. Por lo tanto, es esencial una eliminación drástica del consumo de combustibles fósiles: la transición a una economía baja en carbono es el paso más importante para abordar la crisis climática. Sin embargo, aunque la capacidad de las energías renovables ha aumentado exponencialmente en los últimos años, las emisiones mundiales de carbono siguen creciendo y alcanzarán su máximo histórico en 2022.
2: El IPCC afirma que conseguir un mundo sostenible y resistente al cambio climático implica cambios fundamentales en el funcionamiento de la sociedad. Recientemente, más de 1.100 científicxs y académicxs han instado a las instituciones públicas y privadas, así como a la sociedad civil, a adoptar el decrecimiento: una reducción de escala de la economía planificada democráticamente, sostenible, segura para el clima y equitativa, empezando por los mayores emisores históricos de carbono. El decrecimiento es esencial para salvarnos de un colapso climático de proporciones mundiales.
Abogamos por medidas urgentes para reducir el uso de los recursos de forma social, ecológica y económicamente sostenible.
La ciencia es clara.
Los riesgos para todxs son abrumadores.